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sábado, 25 de noviembre de 2006

En un mañana


Si en un mañana pudiera yo otra vez ver la vida como un juego
que se acaba el día que morimos...



Mi hoja siempre es una gran alternativa
Un privado ambrosia que me cura
y tiene el código de nuestra complicidad.

Luego de otra amarga noche
ahora escribo para que el papel me enseñe
lo no aprendido de la vida
pues siempre salteo en los manuales del dolor vivido
la lección que me seria imprescindible.

Siempre dije que a las penas
debemos enfrentarlas con la tinta y con la hoja.
Que la angustia solamente puede ser vencida
si anotamos de a poquito nuestras aflicciones.

Yo quisiera escribir este poema
como si el día de ayer no haya existido.
Y así los afectos que he perdido
Todavía querrían leer mis manuscritos.

Quiero hacer notar que algunas cosas me molestan.
Pero mi corazón adoctrinado se escuda en el silencio.
Pisar otra vez una calle sin sentir vergüenza.
y que el texto que me falta para acabar este poema
se llenara de palabras sin hacer esfuerzo alguno.

Si el Señor me concediese que mi vida volviera a ser un juego,
yo ahora no me dejaría ganar tantas partidas,
Únicamente por que me apena el poco entendimiento.

Ya no deseo decir suposiciones.
Desearía encontrarme todo el tiempo
con verdades en mi boca.
Desearía no tomarme la vida tan enserio;
Así nunca más lastimaría a mis queridos.

De yo volver a ver la vida como un juego
me preocuparía más por darles a ustedes versos nuevos
En vez de corregir tanto los ya escritos.
Y a mi niño dejaría de exigirle aquellas cosas
que yo sé que le cuesta darme.

Desearía que la gente de la que me rodeo,
entienda que la vida debe ser tomada un poco como en juego.
Y así tal vez luego alguna discusión inesperada
quien no sea dueño de la última palabra
felicite a su adversario en muestra de respeto.
Y cada diferencia de ideales
finalice con las manos estrechadas.

Y si otra vez me levantara con muchas ganas de morirme...
Ser sincero.
y no escribir en un cuaderno de bitácora
que la vida merece ser vivida.
Después de todo, la lágrima en el papel se queda.

¿Acaso no es la poesía una tristeza
que se apura hacia afuera de nosotros
en busca de la hoja?
¿Cómo puede alguien leer el verso
que nace y muere en nuestro pecho?

Si yo pudiera ver la vida de nuevo como un juego,
no me pelearía nunca más con mis amigos
por defender el psicoanálisis,
Y me tomaría en cambio un tiempo
para practicar caligrafía, y pensaría mucho...
en lo que voy a decir al otro día.
¿Qué contestaría
si vuelvo a escuchar alguna vez "Te quiero"?

Si yo pudiera otra vez en el futuro
ver la vida como un ingenuo juego,
recurriendo a la nobleza dejaría sin palabras
a quienes buscan mi discordia.
Pues no me importaría ser un poco más inteligente
si eso me evitara tantas soledades...
y noches de arrepentimientos.

Si en un mañana pudiera yo otra vez ver la vida como un juego
que se acaba el día que morimos
Ya mismo empezaría a recorrer el mundo
buscando la palabra y el pendón
de quienes mi soberbia ha herido.

Apreciaría mucho mas a mis defectos,
Y los defendería con grandes argumentos
que enternezcan el corazón y los oídos
de mis posibles detractores.

Revisaría más seguido el diccionario
y buscaría más sinónimos para mi vocabulario repetido.
Para que así mis letras no te aburran.

Si en un mañana pudiera otra vez ver la vida como un juego
que se acaba el día que morimos
Yo haría todo esto, y seguro no cabría entre nosotros
un alfiler más que incentive la discordia.

Sólo es que mi vida hace mucho dejo de ser un juego.
Sin vos, he perdido todas las partidas.



Degüello 25 de Noviembre

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