Supe una vez de un hombre con sentimientos puros

Supe una vez de hombre con sentimientos puros.
Ese hombre había nacido justo y estaba enamorado de la verdad. Pero era extremadamente solitario.

Como todos los justos era de buenas intenciones y siempre estaba pronto a compartir sus utopías con los demás. La pintura era su sueño y nunca desconfiaba de nadie. Este hombre del que les hablo presuponía la ingenuidad en todo el mundo. Pero cuando la gente es grande comete el pecado de privilegiar el futuro antes que la inocencia; la seguridad antes que al amor. Por eso debió ser que su gran talento para el dibujo se fue hundiendo en los consejos de estudiar geografía. Desde los 6 años este hombre vino sufriendo los miedos y los fracasos de los mayores que le rodeaban. Aunque era un hombre muy inteligente, creció sintiéndose muy triste.

Amaneció un buen día pensando que su marginación y sus soledades, eran un precio demasiado costoso por el hecho de defender sus ideales. Él guardaba mucho amor para dar. Entonces fue así, que harto del desprecio, de la burla y del dolor que le causaban sus semejantes, decidió un buen día dejar de hablar con su gente de caballos salvajes, de sueños... y de boas abiertas y cerradas
Y entonces su vida fue maravillosa: Empezó a hablar de política y de selvas amazónicas y de cambios climáticos... Y se guardo para sí temas como el amor, el arte, y la compasión. Empezó a correr para llegar temprano a todos los lugares. Y la gente admiró a este hombre que había preferido el futuro a la caridad y la fe. Y fue inmensamente feliz.

Yo concluyo en un pensamiento muy cruel:
Por un lado las personas necesitan escuchar que se las ama. Pero por otro... se dejan vencer por la falta de fe. Quizá la verdadera fe consista en la inteligencia y no saturar a las personas con temas como el amor, las ilusiones... la misma fe. Porque (como dijo alguien que todos valoran y pocos protegen) "Las personas mayores son muy extrañas".

Para ser sincero, hoy me gustaría tener al lado mío a un niño de cabellos dorados, que le guste hablar de amor, de rosas y de puestas de sol. Y que tenga gran necesidad de consuelo cuando se lo ofende. Por que no me alcanzaría para nada pensar que todos mis sueños y mis ideales son únicos sobre la tierra. En esta mañana de sol, no me alcanza aquello de que las cosas son valiosas por el tiempo que se les dedica. "Tu rosa es especial por el tiempo que has perdido en ella”
Me duele mucho pensar que el mundo de los hombres es incapaz de mejorar. Y necesito a ese chico de cabellos trigueños para que me cuente la magia que tiene la soledad, el ocaso, y el sacrificio de no dormirse nunca... Para que un cordero no se coma a su rosa. Necesito por un segundo al menos mirar al cielo nocturno y saber que algún día ese niño lleno de principios renacentistas, caerá herido otra vez a la tierra. Y yo iré a rescatarlo.
Yo sería el hombre más afortunado del mundo si me enterara que existe en el universo alguien que hablara del amor con consecuencia... y ha venido a la Tierra en busca de amigos. Yo estaría muy orgulloso si hoy me enterara que un ser pálido y rubio ha dejado su planeta, que se ha arriesgado a otro mundo en una bandada de pájaros... sólo por que su rosa lo ha lastimado.

Si yo me enterase que el Principito ha llegado a la tierra y está perdido en medio del desierto, me levantaría ahora mismo para ir a buscarlo, pues necesito con urgencia escuchar la voz de alguien que se haya precipitado para defender la palabra amor. Para ser franco, confesaré que mi idea había sido copiar la estrategia de aquel hombre que había yo mencionado en el primer párrafo. Pero me he enterado que hoy en día ese hombre justo y que gustaba de la verdad... se ha hecho muy anciano y no ha encontrado al verdadero amor. Y concluyo en otro pensar:
Hay quienes renuncian para siempre a sus sueños por que se sienten muy solos. Hay quienes prefieren hablar de temas que poco importan y esconder sus sentimientos para tener un rato de compañía.

Personalmente... continuaré mirando al cielo, esperando ver una bandada de pájaros o algún cometa que traiga a la tierra a un ser pálido y rubio, para que hablemos de amor, de rosas... y de puestas de sol. Y únicamente cuando tenga la obligación del hambre, fingiré ante otras personas que no guardo llanto ni tristeza por que hoy tampoco ha venido hasta mí aquella persona que crea en el amor, en ilusiones... y en puestas de sol.
Gracias Mai

Degüello 12 de Noviembre

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Tremendamente PRECIOSO...

Llega tu comentario en un momento justo...Creo que cualquier momento es justo para seguir diciendo:"Todo lo que se puede comprar es barato..."

El amor es necesario, el amor existe, la ilusión no puede morir, sencillamente porque nadie tiene el derecho de condenarla a pena de muerte...Sabes...?Personalmente yo también sigo mirando al cielo esperando con ilusión, como cuando mis ricillos se salían de las trenzas que me hacía mi madre, ahora miro hacia arriba con la ilusión de conocer a ese loco ermitaño que sepa hablarme de amor...

Antes esperaba que llegara a mí el poder y la capacidad para hacer magia.Hoy comprendo que la magia está en todo esto que nombras. Que la magia somos cada uno de nosotros...Mmm.. Respiro hondo y pienso.. Y después de un largo silencio, casi me atrevo a ser insolente a ojos y miradas de la gente y estoy segura de algo... Estoy segura que todos mis pensamientos y mis ilusiones no han caído a saco roto, sé a ciencia cierta que en un lugar lejano, entre montañas frías que luchan por alzarse altivas, inmóviles, alguien esperando oir el eco de su llanto, ha logrado sentir mi plegaria...Gracias por esta maravilla

Es un honor saber que entre la mente y el teclado, existe una persona con un gran corazón.Es un privilegio tener cerquita a alguien tan especial como tú.

Cada lágrima caída de los ojos de un ángel, hace que un corazón caiga abatido en mil pedazos, para posteriormente, luchar por su nueva reconstrucción, más limpio que nunca, y más grande, dispuesto a entregar su latido...Un beso, estés donde estés, sé que te va a llegar.. Cálido, porque así es como hoy te lo mando, mullido, con la sabiduría necesaria para acoger cada uno de los daños causados en una mañana cualquiera y con la fuerza y el poder de transformar ese dolor en un suspiro de esperanza.

S7s